La bancarrota puede ser una de las mejores cosas que ha hecho por su vida, su familia y su futuro. Si bien el término "bancarrota" puede parecer un término aterrador, el rumor de que la bancarrota es algo que temer es, afortunadamente, un mito. Enfrentar deudas, acreedores, demandas y embargos es mucho más aterrador que declararse en bancarrota y ayudarse a sí mismo a tener un nuevo comienzo en la vida.
Estos son los cinco mitos de bancarrota más comunes y por qué son falsos:
MITO #1: "Lo perderás todo."
No se preocupes, no tendrás que empezar de nuevo. La ley estatal y federal tienen protecciones que protegen la mayor parte de su propiedad, por lo que no tendrá que comenzar de nuevo. Las bancarrotas se ponen en marcha para que la gente pueda
volver a ponerse de pie y ser productivo, y sería muy difícil hacerlo si tuviera que volver al punto cero después de la presentación. Usted y su familia estarán a salvo.
MITO #2: "La bancarrota destruirá su crédito."
Si bien es cierto que la bancarrota afectará su puntaje de crédito, no lo enviará de regreso a 0. De hecho, con buenos hábitos de crédito, ¡su crédito realmente mejorará! Recuerde que sus deudas actuales ya están afectando su puntaje de crédito, por lo que la mejor manera de mejorar su crédito es usar la bancarrota como una opción para restablecer sus hábitos financieros y volver a mencionarlo.
MITO # 3: "No podrá comprar una casa o un automóvil en el futuro."
Si bien una bancarrota puede afectar la decisión de un acreedor, hemos visto que muchas personas pueden comprar automóviles o casas después de que se presente su bancarrota. ¡La mejor manera de tener esta opción es mejorar tus hábitos financieros!
MITO #4: "Todo el mundo lo sabrá."
No. Esto se convirtió en una creencia común después de que algunos pequeños periódicos publicaron información sobre bancarrotas, pero ahora esto es mucho menos común. Las únicas personas que obtendrán información sobre su bancarrota son sus acreedores, cosignatarios y algunos otros a los que podríamos necesitar dar aviso.
MITO #5: "¡Es demasiado joven para declararse en bancarrota!"
Ser joven puede ser el mejor momento para declararse en bancarrota, especialmente si se está ahogando en deudas. Esperar puede empeorarlo, lo que significa que su futuro podría verse afectado de manera deficiente. Sin una bancarrota temprana cuando la necesite, es posible que tenga que gastar todo su dinero pagando deudas incobrables en lugar de pagar por comida, ropa o un lugar para vivir. ¡Es posible que no pueda guardar nada para el futuro! La deuda puede afectar seriamente su salud física y mental, por lo que es mucho mejor comenzar ahora en lugar de más tarde.
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